
TEGUCIGALPA. — En un acto de fe sin precedentes para la administración pública, el pastor Evelio Reyes se presentó esta mañana en las oficinas de la Secretaría de Finanzas (SEFIN) para liderar la denominada “Operación Borrón y Cuenta Nueva Celestial”. El líder religioso aseguró a las autoridades salientes que la única forma de entregar un país en paz es sometiendo los servidores centrales y archivadores físicos a una “unción magnética profunda” que, incidentalmente, deja los datos completamente ilegibles para cualquier auditor terrenal o forense.
“Lo que la oposición y el Tribunal de Cuentas llaman ‘corrupción’, en el plano espiritual son simplemente ataduras demoníacas que debemos romper”, explicó Reyes mientras rociaba aceite de oliva virgen extra sobre una torre de facturas de viáticos sin liquidar. “El Señor me ha revelado que esos contratos de emergencia no son ilegales, sino que fueron redactados por escribas confundidos por el maligno. Al pasarles este imán bendecido de alta potencia, no estamos borrando evidencia, estamos liberando a esos documentos de la carga del pecado para que el nuevo gobierno inicie sin rencores”.
La jornada de purificación causó un embotellamiento masivo en los elevadores del Centro Cívico Gubernamental, ya que el equipo pastoral insistió en revisar los bolsillos de los empleados para asegurarse de que no se llevaran “malas vibras” (ni engrapadoras) a sus casas. El momento más crítico ocurrió a las 11:00 AM, cuando el pastor intentó exorcizar una trituradora de papel industrial que se había atascado con trescientos folios de una licitación de energía; al final, dos ordenanzas tuvieron que bajar a comprar baleadas sencillas para calmar los nervios de los auditores, que miraban con horror cómo su trabajo de cuatro años desaparecía bajo la premisa de la gracia divina.
