
TEGUCIGALPA. — En una movida audaz para fusionar la democracia participativa con el rating de horario estelar, el precandidato nacionalista Nasry ‘Papi’ Asfura ha solicitado formalmente al Consejo Nacional Electoral (CNE) que la revisión de actas con inconsistencias deje de ser un trámite burocrático aburrido y se convierta en un reality show transmitido en cadena nacional obligatoria. La propuesta, titulada ‘Operación Ojos de Águila’, estipula la instalación de treinta cámaras de alta definición, drones dentro de las bodegas del Infop y un set de comentaristas que narren cada vez que un digitador levante una hoja de papel bond.
“Mire, yo aquí estoy tranquilo y sereno, como decía aquel expresidente, pero la transparencia tiene que verse en 4K, mami”, declaró Asfura mientras inspeccionaba la consistencia de una mezcla de cemento imaginaria en el aire. “No basta con que la Sociedad Civil esté ahí parada tomando café; necesitamos que si hay duda en un número, metamos el VAR, paremos el reloj y que los pastores evangélicos bajen a la cancha a revisar la jugada con lupa en mano para que no haya pleito”.
El plan piloto también sugiere que los organismos internacionales tengan derecho a presionar un botón rojo gigante si detectan que un delegado está cabeceando del sueño o si un acta viene manchada de manteca de baleada, activando automáticamente una sirena de ‘Fraude o Descuido’. Para financiar la transmisión ininterrumpida, se permitirían cortes comerciales de cinco segundos, pero únicamente de ferreterías locales.
Por el momento, el CNE no ha respondido si aceptará convertir el escrutinio en un espectáculo de variedades, pero Asfura aseguró que él seguirá esperando los resultados “con paz en el alma”, siempre y cuando le pasen el enlace de YouTube para monitorear que nadie se robe los lápices tinta azul.
