TEGUCIGALPA. — Tras confirmar que los números favorecen irreversiblemente a Salvador Nasralla, el coordinador general de Libre, Manuel Zelaya Rosales, aceptó la derrota de su partido pero anunció la inmediata implementación del “Protocolo de Permanencia Estática”. Según el exmandatario, aunque Rixi Moncada debe ceder la banda presidencial, él ha tramitado un amparo administrativo ante el Instituto de la Propiedad para ser reclasificado como “estructura de carga” del edificio ejecutivo, lo que legalmente impide su desalojo sin riesgo de colapso estructural para la República.
“Mire, compa, una cosa son los votos y otra es la tenencia de la tierra y del aire acondicionado”, declaró Zelaya mientras atornillaba su sombrero al escritorio principal con un taladro industrial. “El ingeniero ganó la administración, está bueno, que administre. Pero la mística del poder y las llaves del baño de visitas se quedan con la Resistencia. Yo aquí me voy a quedar, quietecito en la esquina como un ficus revolucionario, solo para vigilar que no privaticen el dispensador de agua”.
La transición ya ha generado los primeros roces logísticos. Esta mañana, una comitiva del PSH intentó ingresar para medir las cortinas, pero fue bloqueada por un colectivo de Libre que exigía un “diálogo vinculante” para decidir quién se queda con los puntos acumulados en la tarjeta de supermercado de la Casa Presidencial. El momento más tenso ocurrió al mediodía, cuando un repartidor de Hugo llegó con tres baleadas con todo a la garita principal y tuvo que regresarse a la colonia Kennedy con la comida fría, porque ningún guardia supo decir quién tenía la firma autorizada para validar el pago de 145 lempiras de la caja chica.
