TEGUCIGALPA. — Ante las acusaciones de estar sembrando la anarquía para desestabilizar el país tras los comicios, el Coordinador General de Libre ha decidido dejar de esconder la mano y, en un acto de transparencia radical, ha oficializado la entrega de trescientos bates de aluminio y sillas metálicas bajo el programa social “Estrategia de Diálogo Físico Intensivo”. Según fuentes cercanas al Poder Ciudadano, la medida busca que la oposición termine de destruirse entre sí lo antes posible, permitiendo al gobierno ahorrar en aire acondicionado y viáticos mientras los diputados azules y colorados se mantienen ocupados en la enfermería.
“Mire compa, esto no es caos, esto es la dialéctica histórica en su máxima expresión (explicó Zelaya, ajustándose el sombrero con calma mientras observaba un monitor de seguridad). Si ellos tienen la energía para pelear, nosotros solo les facilitamos la logística para que no se cansen de gritar; al final del día, mientras ellos se tiran los micrófonos, nadie se fija que la ENEE nos volvió a clavar el ajuste por combustible en el recibo. Es táctica pura, papá, aprendan de Olancho”.
El efecto de la medida ya se siente en las calles: el tráfico en el bulevar Suyapa colapsó no por una protesta, sino porque los rapiditos de la ruta Carrizal-Centro se detuvieron en masa frente al hemiciclo legislativo para apostar quién ganaba el round. Lo más triste de la jornada ocurrió en la entrada de proveedores, donde Doña Chilo, vendedora histórica de la zona, se quedó con treinta baleadas con todo frías y en bolsa, porque ningún diputado quiso salir a pagar los 60 lempiras del fiado por miedo a recibir un silletazo ‘soberano’ en la nuca.
