
TEGUCIGALPA. — Ante el temor de quedar fuera de las planillas gubernamentales por falta de crisis reales, el exasesor Marvin Ponce presentó hoy la iniciativa de ley “Estatuto de la Verborrea Soberana”, exigiendo que el Estado le pague una dieta permanente solo por existir y opinar. Según el documento entregado en la secretaría del Congreso, Ponce argumenta que su capacidad para cambiar de ideología cada quince minutos y lanzar vasos de agua con precisión balística constituye un “arte performativo” que mantiene viva la democracia catracha.
“Yo no soy un mercenario, soy una necesidad fisiológica de la política nacional”, declaró Ponce ajustándose un saco tres tallas más grande. “El pueblo necesita mis análisis, aunque sean inventados; aplico una hermenéutica cuántica donde todas las lealtades son posibles si hay viáticos de por medio. Si protegen las Ruinas de Copán, que son piedras viejas, ¿por qué no proteger a esta lumbrera que predice tres golpes de estado semanales?”.
La jornada terminó en un altercado menor frente al Centro Cívico Gubernamental, cuando Ponce intentó cobrarle honorarios de consultoría a un despachador de rapiditos de la ruta El Carrizal por “asesorarle” sobre el tráfico. Al final, el autodenominado analista tuvo que huir en un taxi colectivo hacia la colonia El Hato, gritando por la ventana que los dueños de las pulperías son parte de una conspiración internacional para subirle el precio a la semita.
