
TEGUCIGALPA. — Ante la imparable escalada del costo de vida, Casa Presidencial oficializó hoy la implementación de la “Estrategia de Disuasión Acústica”, nombrando al periodista y funcionario Milton Benítez como titular de la nueva Dirección Nacional de Gritos y Regaños (DINAGRE). Según el decreto ejecutivo, la misión principal será personarse en los mercados y “denunciar a todo pulmón” a los productos de la canasta básica hasta que estos reduzcan su valor por vergüenza pública o simple aturdimiento.
“La inflación no es un fenómeno monetario, es una estructura criminal que se combate con pizarra y saliva”, declaró Benítez mientras señalaba furiosamente un cartón de huevos en el Mercado Zonal Belén. “A este repollo lo tengo investigado desde el 2010, sé quién lo sembró y sé con qué banco está lavando sus activos; o baja a 15 lempiras ahorita mismo o le dedico un programa de cuatro horas exponiendo su corrupción clorofílica”, sentenció ante la mirada atónita de una vendedora que solo intentaba espantar las moscas.
El impacto de la medida ha sido mixto en las colonias capitalinas. Si bien en la colonia Kennedy un conductor de rapidito accedió a bajar el pasaje dos lempiras con tal de que el funcionario dejara de golpearle la ventana con un legajo de papeles supuestamente incriminatorios, la estrategia enfrentó su primer revés técnico en la tarde. El nuevo ‘Zar’ perdió la voz tras intentar auditar a gritos un recibo de la ENEE que salió por 3,500 lempiras, quedándose mudo justo cuando intentaba negociar fiado un té de jengibre y una baleada sencilla en un puesto de la peatonal.
