TEGUCIGALPA. — El reconocido estratega nacional, Ramón “Primitivo” Maradiaga, fue intervenido quirúrgicamente esta mañana en una clínica privada de la capital, en un procedimiento que se extendió cuatro horas más de lo previsto debido a la **férrea resistencia del paciente a perder el orden táctico bajo los efectos de la sedación**. Según el parte médico, el equipo de cirujanos tuvo serias dificultades para realizar la incisión inicial, ya que Maradiaga, aún semiinconsciente, insistía en que los enfermeros estaban “mal parados” y dejaban muchos espacios en el mediocampo del quirófano.
“Fue una situación de desgaste físico mental; cada vez que yo pedía el bisturí, el profe me gritaba desde la camilla que hiciera la diagonal y que no me quedara estático esperando el balón”, explicó el jefe de cirugía, visiblemente deshidratado tras el encuentro. “Tuvimos que cambiar el esquema a línea de cinco enfermeras para poder contener sus gritos pidiendo presión alta sobre el anestesiólogo”. El galeno confesó que en un momento de tensión, Maradiaga intentó pedir el VAR al confundir el monitor de signos vitales con la pantalla de revisión arbitral.
La jornada concluyó sin novedades graves, aunque el personal del centro médico reportó que el entrenador se negó a ser trasladado a la sala de recuperación hasta que le entregaran el video completo de la cirugía para analizar los errores en la marca del personal de limpieza. Mientras tanto, en las afueras de la clínica, un conductor de rapidito de la ruta Carrizal-Centro esperaba impaciente a que alguien de la familia saliera a pagarle los 15 lempiras de una encomienda que el profe había mandado a traer antes del pitazo inicial.
