TEGUCIGALPA. — El candidato y director de noticias se atrincheró esta mañana en las oficinas del Consejo Nacional Electoral argumentando que el sistema democrático tradicional está “desfasado” por no incluir las métricas de redes sociales en el escrutinio final. Según el recurso de amparo presentado por su equipo legal, un “share” debería valer por tres votos en plancha y un comentario con insultos debería contar automáticamente como voto duro del partido, basándose en la “soberanía digital” del pueblo hondureño.
“No me salgan con que la papeleta es lo único que vale. Yo tengo data dura: ayer, mientras presentábamos al muchacho que se robó dos gallinas en la colonia El Pedregal, tuvimos un pico de rating que ni los conteos de boca de urna pueden igualar”, declaró Rivera, visiblemente alterado, mientras mostraba una tablet con gráficas de Google Analytics a un guardia de seguridad que solo quería irse a almorzar. “El pueblo habló, pero habló por WhatsApp y con reacciones en vivo, y eso la burocracia arcaica no lo quiere leer”.
La situación se tensó cuando el candidato intentó instalar una unidad móvil de transmisión dentro del salón de cómputo para narrar su propio “fraude” en tiempo real con música de suspenso de fondo y rótulos amarillos parpadeantes. Al final, su equipo de campaña tuvo que retirarse indignado a un puesto de baleadas frente al Infop, lamentando que el CNE no acepte canjear los 200 mil seguidores de la Fan Page por una diputación plurinominal, dejando al candidato gritando “¡Última Hora!” ante una sala totalmente vacía.
