TEGUCIGALPA. — Tras confirmarse que las remesas alcanzaron la cifra histórica de 11 mil millones de dólares, el Gabinete Económico ha decidido suspender indefinidamente todos los proyectos de agricultura, maquila y turismo para centrarse en el único rubro verdaderamente rentable: la exportación masiva de parientes desempleados. Según el informe técnico presentado esta mañana, un solo hondureño pegando *shingle* en un techo de Baltimore genera más divisas netas que tres cosechas de café en Marcala, por lo que el Gobierno ha comenzado a subsidiar mochilas y botes de agua en la Gran Central Metropolitana.
“No tiene sentido financiero seguir fingir que producimos algo más que nostalgia y transferencias de MoneyGram”, declaró el titular de Finanzas mientras le revisaba la visa de turista a su propio sobrino para asegurar el flujo de caja del próximo trimestre. “Nuestra meta macroeconómica es vaciar el departamento de Olancho antes de junio y convertirlo en un parqueo gigante para las Toyota Prado que se compran con los giros”.
Como medida complementaria, la banca nacional anunció que las ventanillas de servicio al cliente ahora exigirán, como requisito único para abrir una cuenta, mostrar una captura de pantalla de un envíito de Zelle o una videollamada llorando con una tía en Houston.
