
TEGUCIGALPA. — En un acto de precampaña que dejó a varios asistentes con tinnitus permanente, la periodista y aspirante política Ariela Cáceres presentó su estrategia económica denominada “Operación Decibeles”, la cual consiste en sustituir las políticas monetarias del Banco Central por regaños públicos y directos a la canasta básica. Según el documento de tres páginas —escrito en mayúsculas y negritas—, la inflación no es un fenómeno macroeconómico, sino una “falta de respeto” de los productos hacia el pueblo hondureño que se soluciona alzando la voz e interrumpiendo a los precios antes de que terminen de subir.
“El cartón de huevos no está caro por la guerra en Ucrania, está caro porque nadie le ha hablado golpeado ni lo ha puesto en su sitio con la música de tensión de fondo”, declaró Cáceres mientras sostenía un micrófono con ambas manos frente a un puesto de lácteos aterrorizado en la Feria del Agricultor. “Yo no ocupo asesores financieros, lo que ocupo es que me pongan la cámara uno y me dejen sola con este litro de leche”, sentenció, asegurando que bajo su mandato, cualquier producto que pase de los 100 lempiras será sometido a un careo en vivo con ella y Eduardo Maldonado hasta que baje el precio por pura vergüenza.
El evento concluyó con una demostración práctica en la que Cáceres logró que un vendedor de la colonia Kennedy bajara dos lempiras al precio de la mantequilla crema, simplemente gritándole “¡ÚLTIMA HORA!” en el oído durante quince minutos seguidos. Sin embargo, el plan tuvo su primer revés cuando una señora intentó replicar la técnica en un rapidito de la ruta Carrizal-Centro para no pagar los 13 lempiras, resultando bajada de la unidad en movimiento a la altura del mercado Zonal Belén.
